Softland Argentina, compañía que cuenta con más de 30 años de experiencia regional en el desarrollo de soluciones de negocios ERP, presentó los resultados de Grupo Softland correspondientes al año 2014. La empresa alcanzó una facturación de 35 millones de dólares, lo cual representa un crecimiento del 18% respecto del 2013, y se incorporaron más de 1.300 nuevos clientes entre sus líneas Pyme y ERP a nivel regional. El Plan Estratégico 2015-2017 fue el eje fundamental del Comité Anual de Directores de Grupo Softland, que se reunió a finales de diciembre en San José de Costa Rica.
“Hemos conseguido resultados muy relevantes en las filiales de Colombia, Argentina y Chile, con crecimientos del 63%, 43% y 23% respectivamente”, comentó Oscar Sáez de Bergia, Vicepresidente Corporativo de Grupo Softland. Por su parte, Softland se sigue consolidando en Centro América y Caribe como el líder regional a través de sus oficinas en Panamá, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, San José de Costa Rica y próximamente con la apertura de oficinas en Honduras.
El Grupo planea continuar con su expansión en los mercados en los que opera, incorporando nuevos segmentos y soluciones como parte de su plan estratégico. “Las iniciativas relacionadas con el cloud híbrido, las nuevas modalidades de pago de software por suscripción, el impacto de las redes sociales en los modelos de relación con los clientes, la integración con el ERP de soluciones que aporten mayor valor a la inversión, y las relativas a estrategias tipo BYOD, han sido algunos de los temas de nuestra agenda de planeación estratégica”, continuó Sáez de Bergia.
Contexto económico y de mercado
La región se ha visto afectada en 2014 por factores tales como la depreciación de las monedas frente al dólar, la caída de precios de las materias primas, y el descenso de la inversión extranjera. Sin embargo, los pronósticos para 2015 se presentan, en términos generales, más favorables y, en particular, en el sector TI por el crecimiento en el número de empresas, la todavía importante brecha en términos de inversión respecto de los países más avanzados, y la velocidad de adopción de nuevas tecnologías.