Es que las condiciones económicas impiden hoy competir por el valor de la mano de obra en el exterior: ya somos más caros que varios países que desarrollan y exportan software, y mucho más que los países del sudeste asiático, donde además la cantidad de recursos técnicos es muchísimo más numerosa.
El valor agregado exige revisar los modelos existentes, y pensar en hacer cosas distintas, mejores, de mayor calidad, más centradas en las necesidades del cliente. Las empresas de servicio que hoy crecen lo hacen porque desarrollaron especializaciones, o agregaron niveles de calidad a lo que realizan. La especialización por tecnología es un diferencial, pero también la especialización por mercado. Hay empresas que optimizaron sus ofertas de servicios para el desarrollo de gaming, o para testing de software, o para desarrollar aplicaciones móviles. Hay otras que agregaron conocimientos de nicho, como expertos en informatización de industria petrolera, o manufacturera, o de marketing social.
Y lo mismo está ocurriendo con el mercado de soluciones, que en Argentina es casi exclusivamente soluciones de negocio, porque la escala de capital requerido para desarrollar productos de mercado masivo todavía nos deja afuera. Hay empresas, como en nuestro caso, que se especializaron en desarrollar software para agronegocios, o en servicios profesionales, o en centros de salud, otras que apuntaron a soluciones para mercado financiero, o de telecomunicaciones, o de logística. Acá el desafío es lograr nivelar la propuesta de valor en los aspectos de conocimiento de mercado con innovación tecnológica, no sirve seguir desarrollando soluciones de alta especialidad pero en el lenguaje Cobolo FoxPro de los 90, cuando todo el mercado reclama soluciones full web en plataformas modernas que aprovechan toda la innovación tecnológica de los últimos 10 años.
En esa encrucijada se encuentran muchas de las empresas del sector. La necesidad de invertir en desarrollo debe ser conjugada, a nuestro entender, con una revisión profunda del modelo de negocios que se desarrolla, y siempre en contexto de mejora del conocimiento tecnológico y puesta al día de los recursos profesionales, para empresas de servicios, o de las plataformas de desarrollo, para empresas enfocadas en producto. No van a sobrevivir los que no den un salto en calidad de sus enfoques de negocios y el manejo de tecnología de avanzada.
Por Blas Briceño, presidente de Finnegans