Por la pandemia, 8 de cada 10 empresas modificaron sus políticas de rendición de gastos

Buenos Aires, Argentina – 7 de septiembre de 2020 – El 17,3% de los gastos evaluados en auditorías independientes efectuadas por el equipo de profesionales de SAP Concur para empresas de diversas industrias y segmentos es rechazado debido a que no cumple con las políticas corporativas, cifra muy por encima del 1,1% de rechazos internos que se producen en promedio. Según la Asociación de Examinadores de Fraudes de los Estados Unidos, los fraudes en los reportes de datos a nivel global producen en las empresas pérdidas de hasta US$200.000 al año.

El servicio de auditoría de SAP Concur propone, precisamente, una revisión minuciosa y un control que, al ser externo, carece de subjetividades, excepciones o sesgos, para garantizar el cumplimiento y la adopción de las políticas de gastos de una empresa mientras se reducen consecuentemente los costos. Los reportes analizan los gastos de punta a punta: desde la definición de políticas hasta la rendición y los reportes posteriores.

El ahorro se produce a partir de la situación de detecciones anómalas que van desde la declaración de gastos que no corresponden con la actividad laboral, como puede ser el consumo de alcohol o de cigarrillos “disfrazados” de viáticos por alimentos hasta situaciones absurdas: un vestido de novia que se rindió porque el ejecutivo había invitado a la fiesta de casamiento de su hija a dos clientes o los gastos de salud de un perro pasados como de un humano. Invitaciones a familiares para comidas supuestamente laborales, pasajes en primera clase de avión fuera de los límites permitidos, boletas falsificadas o recibos incomprensibles escritos en otros idiomas se suman a la lista que detecta la auditoría.

La pandemia agregó un nuevo desafío: según datos de la propia SAP Concur, ocho de cada diez empresas modificaron su política de rendición de gastos para incluir elementos como el uso de electricidad en la casa de los empleados, los insumos de bioseguridad y hasta los muebles. En un escenario tan dinámico y cambiante, el control de gastos se hace aún más imprescindible. “Las empresas vieron que existe una necesidad de acompañar a sus colaboradores y que la pandemia cambió el tipo de gasto corporativo necesario para hacerlo, de ahí que hubiera modificaciones en las políticas de rendición de gastos”, explicó Miguel Ruiz, Director de Soluciones para SAP Concur América Latina.

“En un estudio que realizamos entre 500 tomadores de decisión del área de finanzas, el 75% admitió que los presupuestos suelen excederse respecto de lo planificado y que muy pocas veces se detiene la autorización de un gasto por temor a que eso perjudique una posible venta o un negocio”, apuntó Ruiz. “El servicio de auditoría, al ser tercerizado, aporta una mirada objetiva, permite anticipar este tipo de situaciones y, lo principal, impide disrupciones en la calidad del clima laboral”, concluyó.

Empleo post-pandemia: los argentinos quieren elegir cómo trabajar

BUENOS AIRES, Argentina – 14 de julio 2020 – En Argentina, la cuarentena obligatoria comenzó el viernes 20 de marzo. Durante más de 3 meses de aislamiento social, gran parte de los argentinos está viviendo como trabajadores remotos por primera vez. En este contexto, según los resultados de una nueva encuesta realizada por OnePoll en nombre de Citrix Systems, Inc., las experiencias teletrabajando en cada caso fueron diversas.

No hay dudas de que la “Nueva Normalidad” será muy diferente a aquello acostumbrado por el mundo de los negocios en el pasado. De hecho, de acuerdo con esta investigación, antes de la pandemia de Coronavirus, los trabajadores de oficina de Argentina trabajaban desde casa un promedio de 4.83 días al mes y un 8% dijo nunca haber trabajado desde su casa. Seguramente este porcentaje aumente considerablemente pensando en el futuro del trabajo.

Hoy en día los argentinos están teletrabajando 20 días al mes, por lo que podríamos decir que el trabajo de casa se cuadruplicó por la cuarentena. Puesto de esta manera suena como un dato alentador, sin embargo, no hay que perder de vista que en pocos casos los empleados tuvieron la posibilidad de elegir si preferían o no trabajar de esta manera” comenta Juan Pablo Jiménez, vicepresidente de Citrix para Latinoamérica y El Caribe. “Lo que nos encontramos es que cada argentino tiene una tendencia diferente a la hora de pensar en la manera de trabajar con la que se sienten más cómodos, por eso, de cara a la Nueva Realidad, las compañías deben pensar en un modo de trabajo flexible en donde se valore la posibilidad de elegir: si se quiere trabajar 100% de manera remota, full-office o con un modelo híbrido según las circunstancias”.

¿Cuáles son los contrastes de los argentinos en cuanto a la experiencia de trabajo remota?

Trabajando desde casa

  • El 39% de los encuestados dijo que su jornada laboral es más larga ahora que trabajan desde casa, y están trabajando en promedio una hora y media más cada día.
  • Sin embargo, el 33% de los argentinos mencionó que su jornada de trabajo no ha cambiado y el 28% indicó que es incluso más corta que cuando trabajan desde la oficina.

Balance entre el trabajo y la vida personal

  • Cuando se les preguntó cómo el impacto del Coronavirus ha afectado la estructura de su jornada laboral, el 58% de los empleados de oficina dijeron que están trabajando en un horario más flexible. A su vez, el 60% de los encuestados comentaron que disfrutan de la flexibilidad de entrar y salir del trabajo cuando lo prefieran.
  • Sin embargo, el 25% reveló que tienen que hacer un esfuerzo consciente para dejar de trabajar en su horario normal, mientras que un 23% encuentra muy difícil desconectarse del trabajo.
  • A su vez, el 47% de los empleados ejercita más frecuentemente con su tiempo libre adicional, aunque un 20% utiliza este tiempo para continuar trabajando.

Productividad y la oficina

  • Casi la mitad (44%) de los empleados mencionó que son más productivos trabajando desde casa, en comparación con el trabajo de oficina. En promedio, son un 46% más productivos.
  • La mayoría de los empleados encuestados (74%) estuvo de acuerdo en que la experiencia ha demostrado que trabajar desde casa con las tecnologías adecuadas puede ser más productivo que trabajar en una oficina.
  • De igual forma, un 58% estuvo de acuerdo en que esta experiencia les ha hecho realmente apreciar el entorno de la oficina y el “ir a trabajar”, y un 63% extraña los aspectos sociales de la oficina.

Futuro del trabajo

  • El 53% de los trabajadores de Argentina desearía tener un estilo de trabajo más fluido entre la oficina y el hogar cuando vuelvan a trabajar en la oficina.
  • En esta misma línea, el 46% desea trabajar desde casa con más frecuencia y el mismo porcentaje prefiere horas de trabajo más flexibles que se adaptan a su estilo de vida y prioridades en el hogar.

La tecnología como habilitador del poder de decisión

Los resultados de la encuesta demuestran que en Argentina no existe un consenso sobre si es mejor el 100% remoto o el full-office, sino que refleja la existencia de prioridades y situaciones en las que es preferible una opción por sobre la otra. En cualquier caso, lo que destaca es la necesidad de que los empleados puedan elegir qué modalidad de trabajo les funciona, y es aquí donde las compañías deben acompañar el cambio cultural con la tecnología centrada en el usuario.

Sea cual sea la modalidad de trabajo que elija un empleado en un momento determinado, los resultados muestran la importancia y el valor en que su experiencia sea siempre la misma, y que se pueda sentir productivo en donde sea que se encuentre. Para ello, es importante que las empresas piensen en espacios de trabajo que se adapten a esas necesidades.

En este sentido, es posible crear espacios de trabajo que garanticen una experiencia de usuario satisfactoria desde donde sea que se conecte el empleado, sin descuidar la seguridad y habilitando modelos de trabajo más flexibles. Por ejemplo, Citrix Workspace crea un único punto de acceso a todas las aplicaciones y archivos que necesita un colaborador, y aprovecha la tecnología para que cada empleado pueda organizar, guiar y automatizar las tareas rutinarias, permitiéndole estar donde realmente ocurre el negocio y se siente más productivo, agregando valor y optimizando su experiencia.

El trabajo post-pandemia será un modelo basado en aprendizajes, que permitirá a las compañías tener presente los factores más humanos del negocio, con el empleado y su experiencia como norte, y pensando en la tecnología como un facilitador para la optimización, retención de talento, el empoderamiento y la libertad de elección” concluye Juan Pablo.

Antes no podíamos elegir teletrabajar y ahora es obligatorio: ¿Cómo será el trabajo post pandemia?

¿Cómo será el mundo post pandemia? Pienso mucho en esto últimamente y creo que cuando volvamos a la “normalidad” será una normalidad diferente donde muchos aspectos cotidianos se verán atravesados por lo que nos tocó vivir a nivel global. Uno de esos aspectos, sin dudas, será el trabajo. Y el motivo es claro: en 2019, 62% de empresas de Latinoamérica no le permitían a sus empleados trabajar de forma remota (según el estudio El trabajador digital en 2019, Citrix). Vaya paradoja: ¡antes no podíamos elegir teletrabajar y ahora es obligatorio!

¿Pero cómo está resultando esa experiencia? Tal vez la respuesta a esta pregunta sea una mezcla de conformidad y disconformidad. El teletrabajo nos permite hoy estar seguros en nuestras casas conservando a la vez nuestro empleo. Nos está mostrando la maravilla de recuperar el tiempo que perdemos en el tránsito. Seguro hay empresas que estaban preparadas cultural y tecnológicamente para habilitar esta modalidad y sus empleados ya estaban preparados para teletrabajar de forma eficiente; pero aquellas que no, quizás estén creando contextos de micromanagement abrumadores, sus empleados estén perdiendo productividad al encontrarse con tecnología que funciona más como un obstáculo que como una solución, y que encima puede exponer los datos a grandes riesgos. Puede que haya personas pasando solas la cuarentena, que trabajan 24/7 con la excusa de mantenerse ocupados, pero que a la vez se sienten desgastados. O familias donde los padres además de trabajar tienen que atender en simultáneo a sus hijos, quedando con la sensación de no poder enfocarse 100% en nada. En este escenario, creo que no estamos solo teletrabajando. Estamos navegando una crisis mientras intentamos trabajar.

El teletrabajo es una modalidad con múltiples beneficios que tiene que realizarse en un contexto adecuado de trabajo. Tiene una curva de aprendizaje por parte de los empleados y requiere que los empleadores implementen un programa de calidad observando aspectos tecnológicos, culturales, de liderazgo y de recursos humanos. Todo esto hace que sea un modelo exitoso. Pero en la actualidad, con tantos factores externos impactando en la productividad de las personas, la clave para las empresas será documentar qué funcionó bien al implementarlo y aquellos puntos a trabajar a futuro sin sacar conclusiones apresuradas. Por parte de los empleados, si el teletrabajo no cumplió sus expectativas probablemente tampoco es el momento adecuado para hacer una evaluación determinante sobre este modelo.

En este sentido, uno de los mayores aprendizajes que podremos llevarnos en el mundo corporativo será que todo espacio de trabajo tiene que buscar lograr el bienestar de los empleados. Y ese espacio debe impulsarlos y motivarlos para que puedan lograr su máximo potencial. Pero por sobre todo tiene que estar muy relacionado al poder ELEGIR. Ese poder que muchos no tenían antes y que no tenemos ahora. Ni los cubículos, ni los espacios abiertos, ni el teletrabajo funcionan si los pensamos bajo el concepto de “lo mismo sirve para todos”. En el futuro los empleados deberían poder elegir desde donde trabajar, incluso deberían poder alternar entre distintos espacios de trabajo según los objetivos que deban lograr. Y las empresas deberían asumir a la movilidad empresarial como una estrategia para crear un negocio dinámico y resiliente.

Esto necesitará que las empresas migren hacia una cultura que fomente la movilidad y genere confianza mutua. El liderazgo también deberá adaptarse porque en esta nueva realidad no será importante cuánto tiempo pasamos sentados frente a un computador, sino que tengamos objetivos claros y medibles a lograr. Y por supuesto, contar con tecnología que sea una aliada para lograr estos propósitos.

En definitiva, el camino hacia una experiencia de trabajo superior está marcado por la personalización y es hacia allí donde las empresas deben dirigirse ahora que finalmente se comprobó que el trabajo no puede ser un lugar al que vamos… tiene que ser una actividad que hacemos desde cualquier lugar.